Y se fué... dejándome sumida en el dolor,
destruyendo con su adiós este gran amor
que construyó un castillo rosa en las nubes
teniendo como guardianes dulces querubes.
Se fué... y dejó mi ser y alma tan triste
que hoy mi corazón de dolor se reviste,
lágrimas de desconsuelo van derramando
estos ojitos míos, por aún estarle amando.
¡ Ay que la vida me deja sin el sabor de su piel !
Y quiero decirle que por siempre le seré fiel,
porque no habrá en el mundo nada como su beso
! Pues mis labios quedaron de los suyos preso !
Y navegará mi mirada sobre el mar y por las olas,
a mi oído pondré el susurro de las bellas caracolas,
imitarán las gaviotas el recuerdo de su sonrisa
y le enviaré mis besos y amor con la dulce brisa.
Se fué... mi corazón se va cansando de verle llegar...
y aunque cada tarde le espero a la orilla de mi mar
su barca no la miro y yo... atribulada voy dejando
lágrimas entristecidas ¡ No puedo contolar mi llanto !
Es aquél amor, el que me llenó de dulce ilusión en el ayer
de fantasías y ternura, ese amor que no quería perder !
1 comentario:
Inmejorable...muy bello...!!...y por sobre todo muy sentido.
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