Y tejí mil esperanzas con las olas del mar,
navegué los confines del universo al amar,
quise ser gaviota envuelta en la suave brisa
volando a ras de las aguas suave y sin prisa.
Y te dije susurrando ¡ Soy solo una mujer !
Y temblorosa en tus manos llegó el anochecer,
a lo lejos contemplaba la placidez del mar
¡ Dulce sensación en tus brazos poder estar !
¡ Qué bello es estar el anochecer contemplando,
el manto tisú, las estrellas dulces titilando !
La magia que destilan, la luna que nos mira
y aquí entre mar y arena, una mujer que suspira.
Así me gustaría amarte ¡ Tan sólo a mi manera !
Y no podrías imaginar cuanto amor a tí diera,
vivir pegadita a tu piel, entregarte este sentir
envuelta en el iris de tus ojos y por tí vivir.
Porque es este corazón tan lleno de ilusiones
que me lleva a entregarte toditas mis pasiones,
viviendo entre nubes, soñando con tus ternuras
y dándote en cada beso las caricias más puras.
¡ A mi manera ! ¡ Qué bello sería así amarte !
Todo un manantial de ternura, todito a tí darte,
porque soy una mujer que se envuelve de caricias,
ésas, que aún en la distancia no serían ficticias.
¡ Sentada en la ventana voy tejiendo con las olas
un manto hermoso, con las caricias de caracolas !
Son hilos de brisa de mar, alternadas con suspiro
¡ Esos que nacen amorosos, cuando a tí yo miro !
¡ Voy tejiendo la esperanza con las olas de mi mar
esperando con ternura al ser que me sepa amar !
No hay comentarios:
Publicar un comentario