
Con cuanta intensidad ella va creando un verso
le habla del universo, del amor, de la inmensidad
y le dice que es verdad, ésto que va ella sintiendo
que le va queriendo... que el amor hoy va naciendo.
Y mientras frente al ordenador ella va escribiendo
su mente se va perdiendo, cruza fronteras y mares
y llega hasta esos lugares, imaginando encontrarle
miles de besos darle... y frente a él, decirle su amor.
Contempla ilusionada esa estrella resplandeciente
y aunque él esté ausente, en esa estrella le mira
y su corazón suave suspira, en su titilar ella dice
que su nombre así traduce... y se llena de calor.
Apenas hace un instante en su mundo no existía
y hoy en su fantasía, le ha embriagado de su voz
esta distancia atroz, que le impide a ella amarle
sus besos no poder darle... y no tocar su piel.
Pero se ha sentido enamorada y quiere serle fiel
sentir sus besos de miel, aunque en sueños le ame
y por su presencia clame, el sentir le entregará
en sus versos estará y en su corazón le tendrá.
Es el sortilegio de sentir este amor embriagante
dulce, tierno hechizante, embrujando sus sentidos
con los ayeres perdidos, imaginando en su noche
del amor hacer derroche... ¡ Qué inmensa felicidad !
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