Anoche pensaba en tí y te extrañé,
anhelaba contemplar tu dulce faz
¡ Besarte ! Decirte tiernamente
que me dolía el mirarte ausente.
Y quise salir a contemplar la luna
pero todo se miraba bajo densa bruma
en mi alma se desataban mil tormentos
que hasta el cielo llegaban mis lamentos.
Más qué triste es amor, el no tenerte
aquí cerquita de mi ser y de mi mente,
para tapizar tu cuerpo de dulce ansia
¡ Pero nos divide esta triste distancia !
Anoche te extrañé, quise abrazarte,
decirte quedito cuánto quiero amarte,
hundirme en tu pecho y en mi lecho
conocer la geografía de tu piel.
El frío del cristal de la ventana
contrasta con el calor de mi piel,
miles de gotas por ella resbalan
uniéndose a las que caen en mi tez.
Quiero ser la mujer que en tí confíe,
quiero ser la musa de tu inspiración,
quiero ser la rosa que arome tu piel
y quiero ser tu amor... siempre fiel.
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