
Emerges suplicante, solo y apagado,
triste amor negado, quieres renacer,
volver a florecer, pero has olvidado
que me has dejado, al amor vuelvo a nacer.
Sonriente tu alma dices, te quiero
y yo espero, cual águila al acecho
el sentir deshecho, pero con desición
de este corazón, de volver a amar.
Endeble, frágil, pides el perdón
tomas el cordón, lo estiras, lo halas
cual si fueran alas, hacia la otra vida
y la mirada perdida, pobre ilusión.
Dices, cuanto me amó, con frenesí,
te arrepientes así, te gusta el amor,
los celos, el clamor, pero claudicas
ese amor predicas, pero no te entregas.
Y yo... solamente me embriago de gozo
mi alma en reposo, mi corazón ya sanó
mi sentir ganó, porque tus mentiras
me partieron en tiras...el alma y corazón.
¡ Suplicante, solo y apagado hoy te miro
pero en mi corazón por ti ya no hay un suspiro !
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